La neurología no sólo se ocupa de trabajar con el cerebro, sino también los nervios que controlan el sistema muscular. Para examinarlos existe un procedimiento conocido como Electromiografía; es importante saber qué es, cuál es su utilidad para la ciencia médica, así como su forma de aplicación; cuáles son sus ventajas, así como riesgos y consecuencias, qué enfermedades es capaz de detectar.
¿Qué es la electromiografía?
Haciendo una breve reseña histórica, podemos comentar que fue en 1666, en un trabajo realizado por el médico Francesco Redi, que aparecen los primeros pasos para lo que posteriormente conoceríamos como electromiografía. El primer registro real, fue hecho por Marey en 1890, quien además introdujo el término Electromiografía.
En 1922, Gasser y Earlanger, usaron un osciloscopio para mostrar las señales eléctricas de los músculos. Fue así como se desarrolló éste sencillo y útil procedimiento, que hoy en día resulta una técnica indispensable en los campos de la neurología y el neurodiagnóstico.
La Electromiografía es una técnica que se usa para estudiar el sistema nervioso periférico y los músculos. Dicha prueba consiste en la colocación de electrodos especiales con el fin de registrar las corrientes eléctricas que se forman en los nervios y en los músculos al producirse contracciones. Esta actividad eléctrica, es conocida como Electromiografía o EMG.
¿Para que se sirve una Electromiografía?
El EMG, es utilizado en general por científicos, para estudiar el sistema neuromuscular; por médicos para diagnosticar patologías de carácter neuromuscular, y por fisioterapeutas especializados en esta materia, para monitorear la activación de músculos en el paciente.
Gracias a las bondades de este procedimiento, se pueden diagnosticar enfermedades neuromusculares congénitas o adquiridas, de las cuales existen más de 150 tipos, y todas se caracterizan por la pérdida de fuerza en los músculos. Entre ellas se encuentran, por ejemplo, la distrofia muscular, de la cual existen muchos tipos. También otras patologías como las miopatías, poliomitosis y dermatomitosis, esclerosis múltiple, lumbalgia, miastenia grave, y muchas otras más que pudieran mencionarse.
Este procedimiento está diseñado para la detección y diagnóstico de este tipo de dolencias, para determinar su gravedad y su naturaleza, para la consiguiente asignación del tratamiento más oportuno, dependiendo del caso.
¿Cómo se realiza la Electromiografía?
Existen dos métodos para realizar el EMG: uno superficial y otro intramuscular. Para realizar un EMG intramuscular, se coloca una aguja electrodo que se inserta a través de la piel del paciente hasta que esta ingrese al tejido muscular. Un profesional entrenado, como un neurólogo, neurofisiólogo o fisiatra, irá observando la actividad eléctrica mientras inserta el electrodo.
Mientras eso ocurre, se va generando una información valiosa en cuanto a la actividad muscular, y sobre el nervio que inerva ese músculo. Los músculos, cuando están en reposo, muestran señales normales a nivel eléctrico, por ende el electrodo es insertado cuando el músculo está en ese estado.
La actividad anormal espontánea demuestra algún daño en el músculo o en el nervio; después se le pide al paciente que contraiga el músculo voluntariamente para poder realizar el análisis con más profundidad, el tamaño, la frecuencia y la forma resultantes de la unidad potencial motora, son analizados.
Posteriormente el electrodo es retirado y reinsertado nuevamente para analizar la actividad. Es importante acotar que el electrodo debe ser colocado en varias localizaciones para que el estudio tenga más confiabilidad y efectividad.
¿Cómo es la recuperación de la Electromiografía?
Dado que la Electromiografía es un procedimiento de fácil realización y poco invasivo, no existe un proceso de recuperación como tal, como sí lo habría en el caso de una intervención quirúrgica, o algún otro procedimiento más complejo o invasivo. Por lo tanto, a no ser que se presenten inconvenientes muy atípicos, el paciente no va a presentar en modo alguno ningún tipo de dolencia importante después del examen ni deberá guardar reposo, ni deberá tampoco tomar ningún tipo de medida especial posteriormente al procedimiento.
¿Cuáles son los riesgos de la Electromiografía?
Realmente este procedimiento es de muy bajo riesgo, incluso es prácticamente indoloro, aunque pudiera resultar un poco molesto. Sin embargo, al colocar un electrodo de aguja, suelen presentarse moretones o sangrados leves, y en el peor de los casos infecciones, pero esto último es realmente poco frecuente. Con todo, recordemos que es un procedimiento delicado que puede ser solicitado por un Ortopedista en CDMX y que debe ser aplicado por verdaderos especialistas en la materia con la debida pericia para evitar cualquier riesgo innecesario.
¿Cuánto cuesta una Electromiografía en México?
Los precios del Electromiograma en la Republica de México pueden oscilar aproximadamente entre los $3,000 pesos mexicanos hasta los $5,000 pesos mexicanos, dependiendo del número de extremidades a evaluar, del especialista, el centro de salud, localidad, etc., pero esos suelen ser los costos promedio de ese procedimiento.
El Dr. Adrián Reséndiz Rosetti, especialista en Neurodiagnóstico en México, tiene cuenta con amplia experiencia en la realización de estudios de Electromiografía en México. Si usted está interesado en agendar una consulta con el Dr. Reséndiz, lo invitamos a ponerse en contacto a través del formulario de contacto en ésta página. En cuanto recibamos sus datos nos pondremos en contacto con usted para resolver sus dudas y agendar una consulta.
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